11 May

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Durante el confinamiento, es importante tratar de mantener una mínima ilusión de normalidad en tu vida diaria. Para eso mucha gente continúa usando los horarios establecidos, vistiéndose y asediandose apropiadamente cada mañana. 


Otro aspecto relevante a mantener en nuestras rutinas es el ejercicio diario. Incluso personas que normalmente no practican ningún deporte o visitan periódicamente un gimnasio están sufriendo con la cuarentena, ya que incluso el camino desde su casa a la parada de autobús y viceversa es más deporte que él qué harán todo el dia encerrados en casa.


La cuarentena me ha afectado no solo en el ámbito escolar y familiar, sino también en el deportivo. Todas las excursiones programadas durante el año, (tanto en el ámbito familiar como en el del Esplai) para estar en forma de cara a las rutas veraniegas planeadas están canceladas, y las posibilidades de que las rutas en si no se puedan llevar a cabo también son elevadas. 


Pero por si ese no fuera el caso, y al final no todos los planes veraniegos terminaran comprometidos, es imperativo mantenerse en forma. Por eso, y también por mantener la salud física y mental, ya que llevar una vida completamente sedentaria no es bueno para nadie. 


Como nuestro piso es pequeño, y la integridad de la terraza del edificio es dudosa, me he puesto creativa al planear mis ejercicios diarios. 


Durante la semana, cuando he de dedicar mi tiempo a los estudios y las videoconferencias y no puedo salir a hacer deporte a la calle, hago una serie de ejercicios en el edificio. Como ejercicio aeróbico, subo y bajo las escaleras corriendo un total de 10 veces (vivimos en el ático de un edificio de ocho pisos). Este tipo de ejercicios están focalizados generalmente en la pérdida de calorías y el incremento de la resistencia. También sirven para acostumbrar a los pulmones a intervalos breves de ejercicio extenuante. 


Después de las escaleras, subo a la terraza. Como el suelo está en muy mal estado y el uso de la terraza molesta a los vecinos de la otra escalera, no es posible hacer ejercicios muy movidos. Hago ejercicios más centrados en el desarrollo de algunos músculos específicos: abdominales, glute bridges ‘puentes de glúteo’, flexiones, bicicleta, y sentadillas. 


Para finalizar, vuelvo a subir y bajar las escaleras otras 10 veces. 


Durante el fin de semana, he empezado a salir por las mañanas, de ocho a once, con los patines. Normalmente sigo un recorrido más o menos preestablecido, recorriendo la Diagonal desde la zona universitaria hasta Las Ramblas dos o tres veces. 


Es una manera distinta de hacer ejercicio de la que estoy acostumbrada, pero por ahora, es lo mejor que puedo hacer. Esta situación también me ha ayudado a ver qué aplicando un poco la cabeza y siendo un poco innovador con las herramientas que tienes a mano puedes mantenerte en forma sin ningún problema, sin tener que pagar mensualmente una suscripción a un gimnasio en el que entrenar. 

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